viernes, 25 de octubre de 2013

PARA LA REFLEXIÓN


Gregor Burkhart: En prevención de drogas se hace justo lo contrario de lo que sería efectivo

Doctor en Medicina y experto en prevención de drogas. Gregor Burkhart (Weingarten, Alemania; 1964) es uno de los responsables del área de prevención del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías. Visitó la Universitat la semana pasada. Sus teorías sobre cómo prevenir el consumo sorprenden.
 Mar Ferragut | Fuente original: diariodemallorca.es |  23/10/2013 10:43:58 GMT

¿Por ejemplo?
- Se sabe que ciertos programas bien definidos y con ciertos componentes funcionan, pero eso se hace en muy poco países.
¿Cómo lo gestiona España?
- España destaca en prevención de drogas porque tiene muchos programas aunque hay otras cuestiones como conectar las políticas antidrogas con las referentes al consumo de drogas y alcohol y en eso España ha empezado muy tarde. ¿Cómo esperar que los jóvenes respondan bien a un programa de prevención si en su entorno hay un montón de publicidad y permisividad en cuanto a alcohol y tabaco? Hay una relación muy estrecha entre consumir alcohol y tabaco y el consumo de drogas ilegales. Por eso hace falta hacer prevención ambiental o contextual. La gente no solo orienta su comportamiento en base a los conocimientos y habilidades que tenga o adquiera (que es en lo que se centra normalmente la prevención), sino que las personas, sobre todo los jóvenes, actúan siguiendo la norma predominante, lo que parece "normal". Eso se puede manejar a través de regulaciones como la ley antitabaco. No es prohibir todo, sino establecer normas sociales básicas.
Durante muchos años si eras joven en España ´lo normal´ era hacer botellón. ¿Esta práctica es igual de popular en otros países?
- Sí, se daba en países como Alemania o Reino Unido donde hay una tradición de gente que bebe con el objetivo de emborracharse. El escándalo en España es que la gente joven ha empezado en los últimos años también a beber para emborracharse, cuando antes era un efecto colateral. Antes emborracharse estaba mal visto. En eso ha habido un cambio y quizás ha sido por la gente que ha venido de fuera. Pero en general los españoles beben menos. Lo que ha cambiado es el valor cultural.
La ley antitabaco ahora ya está instaurada y la mayoría la acepta sin problemas. ¿Qué daño puede hacer en materia de prevención el hecho de que de repente el Gobierno permite fumar en Eurovegas y en los casinos en general?
- Eso demuestra lo poco honesto de la política, demuestra que no se preocupan tanto por la salud pública como por los intereses económicos. La ley antitabaco ha demostrado que las medidas contextuales funcionan. Las formas clásicas de prevención siempre han descargado la responsabilidad del consumo por entero en el individuo, en plan ´te hemos informado y te hemos enseñado habilidades, así que contrólate, modérate´. Eso, en una sociedad en la que el desmadre es generalizado. Eso no es eficaz. Francia y Suecia por ejemplo en ese sentido lo hacen mejor, aunque insisto, España está en un muy buen camino.
Los gobiernos recortan siempre primero en prevención, ¿ se está notando?
- Sí, aunque es cierto que se pueden optimizar los recursos si basas la prevención en lo que sabes que funciona. Por ejemplo, se gasta mucho dinero en campañas informativas en los medios de comunicación de masas.
¿Son efectivas?
- Hay que distinguir entre drogas ilegales y las legales. En el caso de las ilegales no lo son, el efecto es cero. El problema es que en Europa no se evalúan bien las campañas. Sólo se mira si son recordadas, entendidas y amadas y eso no tiene que ver con el comportamiento. Las campañas son muy visibles, pero en muchos casos son eficaces. En EEUU se hizo una campaña de prevención de consumo de cannabis que un estudio demostró que tuvo un efecto contraproducente y acabó con jóvenes predispuestos a consumir cuando antes apenas sabían qué era el cannabis. Incluso llegó a sus hermanos. El fallo fue que se transmitió la imagen de que consumir cannabis era lo más común. Y los jóvenes quieren hacer lo que es ´lo normal´. Las campañas funcionan si se coordinan con programas locales. El problema es que cuando más hablas de drogas ilícitas, y nuevas drogas, más comunes parecen. A veces se hinchan datos de consumo de determinadas drogas y parece que eso es la moda cuando en realidad consume muy poca gente.
¿Los padres qué pueden hacer?
- Justo es lo que hemos tratado en el congreso. Y una de las cosas que se ha puesto en común es la necesidad de poner normas claras a tus hijos.
¿El rollo ´padre colega que dialoga ante todo´ no funciona?
- Hay estudios que dicen que cuánto más hablas de alcohol con tus hijos tanto más aumentas su propensión a consumir. Lo que parece claro es que hace falta implementar reglas, con empatía, pero claras. Hay que saber qué hacen tus hijos, con quién, dónde y cuándo están de vuelta. En España se sabe que últimamente no se hace mucho ese control. Una cosa que se ha demostrado que es muy eficaz en otros países es que todos los padres de la clase se pongan de acuerdo para establecer normas como por ejemplo el horario de vuelta a casa. Así el niño no puede utilizar el truco de ´es que a todos le dejan hasta más tarde´.
¿Poner normas en el hogar ha pasado de moda porque huimos de todo lo que pueda parecer demasiado autoritario? 
- Sí, y hay que volver a eso teniendo claro que normas no es lo contrario de amor. Fijar límites es una expresión del querer. Dejarlos ir, demasiado sueltos, es casi negligencia. El otro lado, el excesivo control, como hacen los americanos que utilizan ´kits´ para comprobar si sus hijos consumen o no, provoca el estudiado y comprobado ´efecto Pigmalión´, según el cual si tu crees que tu hijo no consume cannabis, iniciará el consumo más tarde o nunca; en cambio si tu crees que tu hijo consume, consumirá más o se iniciará antes. Es mejor entonces un padre cándido que un padre obsesivo. En algunos países traumatizados como Alemania o España existe un temor a que ante el mínimo intento de poner normas a tus hijos te tachen de nazi o de facha, aunque en otros países con larga tradición democrática, como Suecia o Francia, las normas sociales son lo más común. En Alemania la industria del tabaco intentó durante años frenar la legislación antitabaco apoyándose en el hecho de que Hitler era antitabaco
¿Cómo afecta la crisis al consumo de drogas? 
- Es poco claro. Hay estudios hechos antes de la crisis que apuntan que el consumo tiende a bajar cuando se tiene menos dinero. En España me han dicho que ha bajado la edad de iniciación. Otra cosa es la gente que tiene un estudio problemático. El nivel socioeconómico no es un factor productivo, el dinero que se tenga en el bolsillo es un factor de riesgo.
En España la tasa de paro juvenil es muy elevada, ¿eso puede contribuir a que los jóvenes consuman más droga?
- No está claro, aunque hay un estudio que salió el año pasado en España que dijo que la gente que está trabajando consume más droga que los desempleados. Hablamos de un consumo recreativo, no de dependencia.


Fuente: http://www.lasdrogas.info/noticias/30169