En el Principado, esta patología afecta a 74.425 personas, de las que el 47,7% son mujeres. En el mundo, hay más de 199 millones de afectadas y la previsión es que la cifra aumente hasta 313 millones en 2040. Los roles de género y las dinámicas de poder influyen en la vulnerabilidad de la población femenina, dificultan su acceso a los servicios sanitarios y amplifican el impacto de la dolencia, que a nivel global constituye la novena causa de muerte entre las mujeres, con 2,1 millones de decesos al año.
Además, dos de cada cinco mujeres con diabetes están en edad reproductiva, más de 60 millones en todo el mundo. En este caso, afrontan mayores dificultades para concebir y también durante los embarazos. Sin planificación preconcepcional, la diabetes tipo 1 y tipo 2 puede provocar un riesgo significativamente más alto de mortalidad y morbilidad, tanto maternal como infantil.
La situación en la comunidad autónoma
La diabetes mellitus, una enfermedad que en muchos casos se puede prevenir con una alimentación adecuada y hábitos saludables, produce una de cada diez muertes evitables y afecta sensiblemente a la calidad de vida, lo que la convierte en un problema de salud pública.
La estigmatización y discriminación que afrontan las personas con esta patología son particularmente pronunciadas en niñas y mujeres. Para hacer frente a esta situación, el Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) cuenta desde hace un año con una consulta específica de diabetes pregestacional en la que se atiende a toda mujer afectada por la enfermedad que quiera tener hijos. La unidad trabaja coordinadamente con el Servicio de Ginecología y Obstetricia para realizar un seguimiento de los casos con modernos métodos de control y tratamiento, como los sensores continuos de glucosa y las bombas de infusión de insulina.
En términos generales, la diabetes gestacional se da en uno de cada diez nacimientos, con una prevalencia similar en Asturias. Esta dolencia representa una grave amenaza para la salud materno-infantil y puede causar complicaciones como presión arterial, bebés de gran peso y problemas en el parto. Por este motivo, el Principado desarrolla una estrategia de cribado a todas las embarazadas, que son derivadas a las consultas especializadas de Endocrinología en cuanto se descubre alguna anomalía. La detección temprana ayuda también a prevenir la diabetes tipo 2 a edades posteriores.
Fuente: Astursalud